Es costumbre que los hijos, sobrinos, nietos, y ahijados le pidan la bendición a los padres, abuelos, tíos y padrinos. En el caso de mi familia, también se le pide la bendición a las personas mayores que uno por las cuales se siente un gran afecto y/o apego. Por ejemplo, el hijo le dice al padre: "bendición, papá", el padre contesta:
"Que Dios te bendiga, hijo"
"Que Dios te acompañe"
"Que Dios te cuide"
"Dios te acompañe y favorezca"
[y tantas otras...]
"Que Dios te acompañe"
"Que Dios te cuide"
"Dios te acompañe y favorezca"
[y tantas otras...]
Creo fielmente en que esa bendición es tanto para el que la pide como para quien la echa. Debemos seguir pasando esta costumbre de generación en generación.
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