jueves, 4 de marzo de 2010

Lo que el AMOR no es...

Uno de los beneficios de tener internet en el CELULAR... es poder leer miles de cosas en los breves momentos que se tienen disponibles... y leyendo el preriódico me encontré con esto que me pareció tremendo:

Lo que el amor no es
A veces las dudas te impiden ver qué es lo que sientes por esa persona en particular


Por El Comercio / GDA
A la mayoría se le ha enseñado que para amar, románticamente hablando, se necesita compartir el corazón, entregar ese órgano vital símbolo del amor, a alguien más. En otras palabras, alguien aparece y te enamoras de esa persona. Tu corazón se abre, lo anhelas, te relacionas y entonces, si todo marcha bien, lo compartes. En este punto necesitas permitir a esa persona entrar en tu corazón y tú en el suyo. Así es como se ve generalmente al amor.

Y así es como analiza el inicio de una relación amorosa la especialista Deborah Hill, consultora de adultos para el mejoramiento de sus vidas, entrenadora intuitiva, consejera, autora de varias publicaciones, conferencista e instructora en terapias energéticas. Su amplia experiencia incluye 4 carreras en ciencias y psicología.

Ella cuestiona esta manera tradicional de ver y comprender el amor. “¿Les parece esto acertado? Mirar el enamoramiento de esta manera ¿no suena acaso algo raro? ¿Cómo podremos funcionar si parte de nuestro corazón está prestado a alguien más? ¿Podemos estar bien si parte de nuestro corazón se ha ido? ¿Podemos llenar ese espacio vacío con parte del corazón de otra persona? Esto sería como estirar demasiado el concepto del amor, tanto en lo genético como en lo energético”, determina la experta. Y añade que, por supuesto, existen riesgos muy obvios. “Qué tal que la otra persona se vaya y se lleve tu corazón con ella? Te quedarías con un corazón herido, cercenado al que te tocará regenerar y sanar. El amor pudiera ser muy doloroso entonces”, señala con ironía Hill.

Si bien no está sugiriendo que no se debe amar, su intención es sugerir una estrategia alternativa de cómo hacerlo: “En lugar de entregar el corazón por qué no mejor proyectar ese amor a través del corazón. Así nos convertiremos en poderosos manantiales que emanan amor, en máquinas que producen esa energía para compartirla con los seres a quienes más amamos”. Para ello ha elaborado una interesante lista descriptiva del proceso amatorio:

- Encuentras a alguien a quien abres espontáneamente tu corazón (aunque sólo sea un poquito).
- Te das cuenta de que esa persona es alguien con quien quieres estar y así empiezas a conocer a ese hombre o esa mujer. Si las cosas marchan bien, abres aún más el corazón.
- La persona es realmente buena para ti, contigo y eres bueno/a para esa persona. Tu corazón se abre aún más y empiezan a compartir más tiempo juntos.
- Mantienes tu corazón intacto y lo expandes. En realidad, no estás entregando entonces un pedazo de corazón, sino abriéndolo y expandiéndolo con amor.
- Permites que el amor incondicional, que proviene de la fuente energética más elevada que emana ese sentimiento, pase a esa otra persona. Al hacerlo, sin darte cuenta radias amor a todo el mundo.
- Continúas haciendo esto y te sientes cada vez más feliz. Estás enamorado y es algo maravilloso.

Te has convertido entonces en una fuente de amor y puedes permanecer como un canal de ese sentimiento si así lo deseas. Estar con esa persona te enseñó a amar y debes sentirte agradecido por ello, sin importar cuál sea el resultado final de una relación, porque esta clase de amor te hará sentir diferente aunque pudiera tomar un tiempo aceptar la idea. En cambio si extrañas sentir a alguien dentro de tu corazón, no conseguirás tener esa otra forma de amor antes descrita".

"Con esta nueva manera de amar, no sentirás ansiedad ni tristeza, no sentirás necesidad permanente del ser amado ni dudas sobre su amor cuando no estás con la persona. No te convertirás en un adicto del amor, de forma de que si una relación termina de inmediato quieras tener otra para poder llenar el vacío que dejó ese amor que, aparentemente, se llevó parte de tu corazón". "Si amas de esta manera, tu corazón se mantendrá intacto y tu integridad no se verá mermada, serás siempre tú y tu corazón completo que se abre hacia la persona amada, pero que no entrega un pedazo del mismo como si se tratara de un pedazo de torta que se comparte con otra persona. Podrás crecer y no intentarás crecer para convertirte en parte de esa otra persona, no te perderás a ti mismo/a sino que compartirás con ese ser para conseguir una relación buena”, es la conclusión de la teoría de Deborah Hill.

Finalmente, la investigadora entrega una conclusión de lo que sucederá si se sigue este formato en el manejo de la relación amorosa. Dice ella que no solamente el amor crecerá más y más, sino que habrá más felicidad y se experimentará la luz que emana del interior nuestro y del ser amado.

Ten en cuenta

¿Lo amas porque sabes que está allí siempre? No es amor, es soledad.
¿No puedes quitarle los ojos o las manos de encima? No es amor, es deseo.
¿Estás allí porque todos quieren eso? No es amor, es lealtad.
¿Están juntos porque una mezcla increíble de dolor e ilusión les une? Eso es amor.

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