viernes, 18 de enero de 2008

A las 4 pm


Hace unos días.


Una cita improvista.

Unos abuelos que no paran de discutir por culpa de la sordera.
- tomé café en una taza blanca que rescató mi abuelo en una de sus noches de ir al buscar peces en el mar [de algún barco hundido]
- azúcar zero
- quesito de papa
- compartir la mesa con mis dos locos favoritos.

Había olvidado lo que es compartir una rica taza de café con la gente que uno ama. Esto
me hace pensar en esos domingos con mi bisa-Guillita... que era donde ÚNICO tomaba el cafecito.

Hay cosas que no tienen precio.

Que rico recuerdo con sabor a café.