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miércoles, 14 de septiembre de 2011

La historia de Eliahu

En un oasis escondido entre los más lejanos paisajes del desierto, se encontraba el viejo Eliahu de rodillas, a un costado de algunas
palmeras datileras.

Su vecino Hakim, el acaudalado mercader, se detuvo en el oasis a abrevar sus camellos y vio a Eliahu transpirando, mientras parecía cavar en la arena.


-Que tal anciano? La paz sea contigo.

- Contigo -contestó Eliahu sin dejar su tarea.

-¿Qué haces aquí, con esta temperatura, y esa pala en las manos?

-Siembro -contestó el viejo.

-Qué siembras aquí, Eliahu?

-Dátiles -respondió Eliahu mientras señalaba a su alrededor el palmar.

-¡Dátiles!! -repitió el recién llegado, y cerró los ojos como quien escucha la mayor estupidez.

-El calor te ha dañado el cerebro, querido amigo. ven, deja esa tarea y vamos a la tienda a beber una copa de licor.

- No, debo terminar la siembra. Luego si quieres, beberemos...

-Dime, amigo: ¿cuántos años tienes?

-No sé... sesenta, setenta, ochenta, no sé.. lo he olvidado... pero eso, ¿qué importa?

-Mira, amigo, los datileros tardan más de cincuenta años en crecer y recién después de ser palmeras adultas están en condiciones de dar frutos. Yo no estoy deseándote el mal y lo sabes, ojalá vivas hasta los ciento un años, pero tú sabes que difícilmente puedas llegar a
cosechar algo de lo que hoy siembras. Deja eso y ven conmigo.

-Mira, Hakim, yo comí los dátiles que otro sembró, otro que tampoco soñó con probar esos dátiles. Yo siembro hoy, para que otros puedan comer mañana los dátiles que hoy planto... y aunque solo fuera en honor de aquel desconocido, vale la pena terminar mi tarea.

-Me has dado una gran lección, Eliahu, déjame que te pague con una bolsa de monedas esta enseñanza que hoy me diste - y diciendo esto, Hakim le puso en la mano al viejo una bolsa de cuero.

-Te agradezco tus monedas, amigo. Ya ves, a veces pasa esto: tu me pronosticabas que no llegaría a cosechar lo que sembrara. Parecía cierto y sin embargo, mira, todavía no termino de sembrar y ya coseché una bolsa de monedas y la gratitud de un amigo.

-Tu sabiduría me asombra, anciano. Esta es la segunda gran lección que me das hoy y es quizás más importante que la primera. Déjame pues que pague también esta lección con otra bolsa de monedas.

-Y a veces pasa esto -siguió el anciano y extendió la mano mirando las dos bolsas de monedas-: sembré para no cosechar y antes de terminar de sembrar ya coseché no solo una, sino dos veces.

-Ya basta, viejo, no sigas hablando. Si sigues enseñándome cosas tengo miedo de que no me alcance toda mi fortuna para pagarte...

Leido y extraido del libro:
El camion de la felicidad
Colección HOJAS DE RUTA / Jorge Bucay

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Recordando a Mercedes



HONRAR LA VIDA
Eladia Blázquez


¡No! ¡Permanecer y
transcurrir
no es perdurar, no es existir,
ni honrar la vida!

Hay tantas maneras de no ser,
tanta conciencia sin saber,
adormecida...

Merecer la vida no es callar
ni consentir,
tantas injusticias repetidas...

Es una virtud, es dignidad
y es la actitud de identidad
más definida.

Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir.
Porque no es lo mismo que
vivir...
Honrar la vida.

¡No! ¡Permanecer y transcurrir
no siempre quiere sugerir
honrar la vida!
Hay tanta pequeña vanidad
en nuestra tonta humanidad
enceguecida.

Merecer la vida es erguirse
vertical,
más allá del mal, de las caídas...

Es igual que darle a la verdad
y a nuestra propia libertad
la bienvenida...

Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir,
porque no es lo mismo que
vivir...
Honrar la vida.

lunes, 23 de mayo de 2011

JVM & ESM

Los extraños...

Quisiera escribir de lo que estoy sintiendo estos días, pero es que siquiera puedo dar con las palabras para describirlo.

Se me ha clavado una tristeza lenta, vaga, pero constante... en el pecho.

Extraño su forma peculiar de hablar, sus pies cansados arrastrando sus zapatos, la manera en la que decía mi nombre y sus manos fuertes y firmes.

Lo he admirado durante años, porque veía en su figura todo lo que pensé pudo haber sido mi padre.

Extraño mi suegro, lo extraño porque sin saberlo se fue haciendo una figura paternal para mí, llenaba un poco esa ausencia de mi progenitor y me hizo sentir parte de él. ¿Cómo no llorarlo? ¿cómo no extrañarlo? La casa se ha quedado un poco vacía, pero incluso la casa habla de él.

Me siento doblemente huerfana... a uno porque ya dejo el tren, al otro porque pese a estar en el tren anda en su propio vagón, aislado del resto.




(Del b. lat. orphănus, y este del gr. ὀρφανός).
1. adj. Dicho de una persona de menor edad: A quien se le han muerto el padre y la madre o uno de los dos, especialmente el padre. U. t. c. s.

2. adj. poét. Dicho de una persona: A quien se le han muerto los hijos.

3. adj. Falto de algo, y especialmente de amparo. En aquella ocasión quedó huérfana la ciudad.

viernes, 12 de octubre de 2007

Ama.Vive.Cree.Lucha


.Ama.
Creo que el amor es la fuerza que nos mueve a ser todo lo demás. Amar es simplemente deja de existir para comenzar a vivir. No puedo imaginarme un ser en cuyo corazón no exista este sentimiento tan genuino.

.Vive.
Vivir no es el simple hecho de inhalar oxígeno y exhalar dióxido de carbono. Vivir es ver en la simpleza la grandeza de nuestro Creador. La flor, la hormiga, las hojas, los grillos... cada cosa creada tiene su hermosura... y cuando logramos captar la hermosura en lo que nos rodea comenzamos a apreciar cada instante de vida. Sé que no se puede andar por la vida en un nube... pero si podemos ver en cada instante como un milagro mismo.

.Cree.
Para el que cree todas las cosas son posibles. En una ocasión escuche en un comercial que si crees que no puedes tienes razón. Creer en uno mismo es sumamente necesario, vital para la vida misma. Mi auto-estima depende de mí no de lo que los rodean. Creer cuando todo lo que nos rodea apunta a la dirección contraria a la que estamos esperando.... ya sé que es difícil, pero no imposible.

.Lucha.
La vida misma es una lucha constante. Los retos que nos fijamos en la vida son una forma de luchar por lo que queremos. En ocasiones la personas tienen que afrontar luchas contra lo que otros creen correcto... esa lucha es ardua, pero creo que la lucha mayor es con nosotros mismos.

Un día un gran amigo... Reivajss
me envió un mensaje de texto a mi celular ... "en medio del desierto fíjate en la flor". Lo que quizá él no sabía era que en ese momento yo me sentía en pleno desierto... y aquel mensaje fue la flor.

martes, 4 de septiembre de 2007

Una nueva vida

La vida a veces nos lleva por cambios que nos hace dar un giro de 180º. En oncasiones las personas no comprende los por qués.


Me tocó cerrar puertas,
abrir ventanas,
sacudir los muebles,
ventilar la casa...

abrir los ojos...

Para percatarme que jamás estuve
en otro lado,
simplemente tenía una venda
que no me permitía ver.

Bienvenido a mis buenos-nuevos aires.